EL CALORCITO DE LA PATRIA.

Sergio Reyes II

He vuelto, una vez más!

Siempre vuelvo. Y volveré, mientras tenga fuerzas, ánimo e ilusiones para desandar los pasos tantas veces recorridos, conversar con las mismas gentes, renovar viejos amores, … e iniciar otros nuevos!!

Los de rancia edad -como yo-, ni corrigen errores ni enmiendan los pasos. Reinciden gustosamente, y ya!!

Mis hijos, nietos, familia y amistades me rodean y de una u otra forma, cada cual a su manera y con el tiempo de que disponen, me brindan su cariño y aprecio. Como colector de quereres y recuerdos, me limito a recaudar esos afectos, etiquetarlos y colocarlos con el debido cuidado en el baúl de mis sentimientos, para que formen parte de nuevas valoraciones –actualizadas- de mi vida.

Y voy transitando por los trechos, caminos y veredas de ayer, tratando vanamente de encontrar los aldabonazos de vida que fui dejando en ellos, mientras los fui recorriendo, en el pasado.

Muchos están, todavía, allí; Otros fueron vencidos por el tiempo o los azares de la vida. Y algunos por el olvido.

Pero TODOS, de una u otra forma, son y seguirán siendo parte de mi vida y tendrán su espacio en un lugar privilegiado del baúl de mis recuerdos.

Mientras sigo colectando quereres y recordando viejos afectos, me apresto a visitar a la más impactante y significativa de todas mis ataduras, en esta vida y en la otra. Y con esa misión a cuestas, partiré, solo o con todos los que quieran o puedan acompañarme, a visitar la tumba en donde reposan los restos de mi Padre.

Solo entonces y después de hacerlo, podré, con el sosiego y el estímulo que se derivan de conversar a solas con su infinita presencia, asumir, con todas sus consecuencias, el disfrute de este anhelado viaje a la Patria, con la dicha inmensa de nuestro calorcito tropical, padeciendo la inclemencia de los mosquitos y los insufribles apagones, los desasosiegos de la problemática social y la sempiterna campaña electoral, con “Papá”, Leo, MVP y demás yerbas aromáticas que saturan el presente dominicano.

Pero, … qué le voy a hacer!!; Es mi Patria. Así me la dio Dios y así la quiero y la disfruto. Y no la cambio ni por todo el oro del mundo ni las ‘ventajas’ superfluas que se derivan de retorcimientos amañados de la devolución de impuestos, los beneficios sociales o los malos pasos en los que algunos se involucran, en su paso por los ‘países verdes’ u otras latitudes.

Simplemente, quería decirle a mi familia, a los solidarios amigos de las redes digitales y a mis fieles lectores, que estoy de paso en Quisqueya, en una trascendental etapa de mi vida que pretendo aprovechar al máximo.

Hasta que salga el sol!

sergioreyII@hotmail.com

Febrero 23, 2011. Santo Domingo, Rep. Dom.